La Consulta Farmacéutica


Cualquier farmacéutico durante su ejercicio profesional en la farmacia, se encuentra ante una consulta farmacéutica del tipo “que me da para”. Habitualmente la respuesta de esta demanda supone la identificación y tratamiento de un trastorno “menor”, pero es necesario tener en cuenta que, por el mismo carácter subjetivo y los síntomas en apariencia leves, pueden no serlo, deberá por ello el Farmacéutico aplicar sistemáticamente sus conocimientos y habilidades profesionales para dilucidarlo y actuar apropiadamente.

Los farmacéuticos prestan un servicio a los usuarios que va más allá de la simple venta de un bien de consumo. Las propias características del medicamento, hacen imprescindible que su entrega a los pacientes vaya unida a la información necesaria para facilitar su uso racional, eso es precisamente lo que se entiende por dispensación con actitud activa. Las farmacias además de proveer los medicamentos y productos sanitarios necesarios para la población, han sido históricamente centros a los cuales los pacientes han acudido y acuden buscando soluciones a sus problemas de salud.

Esta consulta farmacéutica no tiene como finalidad la venta de uno o varios medicamentos, sino de proveer información al paciente, razón primera de la existencia de Farmacias o Boticas, ya que la población en general necesita para mejorar su estado de Salud adquirir un medicamento, el cual cumple su propósito de acuerdo al cumplimiento de la terapia y al modo exacto de consumirlos.

Para tratar los trastornos menores, existen cada vez más medicamentos que pueden dispensarse sin receta médica, lo que aumenta los riesgos sanitarios que plantea la automedicación y por consiguiente hace necesaria la actuación profesional del farmacéutico. La consulta o indicación farmacéutica que se presta en respuesta a esta demanda de los usuarios, debe incluir siempre un intercambio de información que permita al farmacéutico determinar la necesidad de remitir el caso al médico y que cuando ésta remisión no sea imprescindible, le ayude a seleccionar el tratamiento más adecuado que puede aconsejarse desde la farmacia.

El Estado Peruano es consciente de esta labor gratuita que el Farmacéutico realiza desde los mostradores, pero en diferentes normativas ha prescindido de esta labor, es por ello los enormes porcentajes de automedicación en nuestra sociedad, el estado peruano igualmente diseña políticas que mercantilizan cada vez más al medicamento, lo que constituye un atentado silencioso a la salud de la población, esperamos por ello nuevas políticas que vean al medicamento como un bien social.

Deja un comentario